lunes, 16 de abril de 2012

La PNL como herramienta estratégica en la Resistencia al Cambio - 4/6

La PNL como estrategia para el Negociador.

PNL significa Programación Neurolingüística, un nombre que abarca los componentes más importantes e influyentes a la hora de producir experiencia en el ser humano: neurología, lingüística y programación. El sistema neurológico regula cómo funcionan nuestro cuerpo; lingüística se refiere a cómo nos interrelacionamos y comunicamos con la gente y programación indica las clases de modelos del mundo que creamos. 

La Programación Neurolingüística describe, pues, la dinámica fundamental entre la mente (neuro) y el lenguaje (lingüístico) y cómo la relación entre ambos afecta al cuerpo y comportamiento (programación); la PNL es una escuela pragmática del pensamiento que se dirige a los muchos niveles que están implicados en el ser humano; como proceso es multidimensional, porque implica el desarrollo de la capacidad y de la flexibilidad del comportamiento, pero también implica el pensamiento estratégico y una comprensión de los procesos mentales y cognitivos que hay detrás del comportamiento. 

Este tipo de instrumento proporciona las herramientas y habilidades para el desarrollo de los estados de excelencia individual, pero también establece un sistema de cómo se producen las creencias y las presuposiciones sobre cómo son los seres humanos, en qué consiste la comunicación y sobre cómo es el proceso de cambio en todo esto. En otro nivel, la PNL trabaja sobre el descubrimiento de uno mismo y sobre nuestra identidad como personas, proporcionando un marco para la comprensión de la experiencia espiritual del ser humano, que alcanza más allá del individuo, familia, comunidad y sistemas globales.

Para Sambrano (1997) cuando se habla de la Programación Neurolingüística o PNL, se refiere a ella como una serie de técnicas destinadas a analizar, codificar y modificar conductas, por medio del estudio del lenguaje, tanto verbal como gestual y corporal, es decir que de acuerdo a ello y ya adentrándose en el campo gerencial, la PNL proporciona herramientas y habilidades para lograr estados de excelencia dentro del clima organizacional 

Para lograr la excelencia organizacional con la PNL se tiene en cuenta la sinergia humana (sumatoria de la gente), las normas y los procesos que confluyen en la organización.

En tal sentido, la PNL provee al clima organizacional de técnicas y herramientas que permiten optimizar las relaciones intraorganizacionales, desarrollar procesos con base en la planificación estratégica, estructurar equipos altamente capacitados y proactivos, generadores de empowerment y sinergia corporativa.

Las organizaciones con estructura PNL establecen una Filosofía Organizacional que integra los valores individuales, los valores de los equipos de trabajo y los valores organizacionales en forma congruente, esto trae como consecuencia una Visión de destino compartido.

Un Clima Organizacional provisto de la PNL reconoce los siguientes aspectos como vitales dentro de la estructura organizacional:

  • Establece en sus públicos internos el eje de la productividad organizacional, y por ende desarrolla programas de capacitación que refuercen el aprendizaje organizacional. Asimismo, estructura un plan de remuneraciones y beneficios tocando dimensiones que generen identidad corporativa para evitar la fuga del talento humano por considerarle factor de éxito.
  • Incorpora e incentiva un proceso continuo de autoevaluación para la delimitación de las responsabilidades y el reconocimiento de la etapa de acción.
  • Manejo de un esquema ganar-ganar, las normas son para todos y deben ser cumplidas por todos.

Los controles son vitales para la organización, pero ellos deben ser formulados en complemento con el marco ético del individuo, para que representen más una verificación del proceso que propicie su optimización que una “cacería de fantasmas” que genere insatisfacción y recelo.

Debe instarse la estructura plana, sistémica o en red en respaldo de la igualdad y la equidad, lo que provee confianza, además se propone pasar de las estructuras organizacionales fragmentadas a estructuras integradas.
Se requiere trasformar los encuentros con la dirección en un diálogo consultivo y productivo que incentive la organización y delimitación de las funciones impulsando el entusiasmo y compromiso de los públicos organizacionales.

Se pretende optimizar los recursos que posibilitan la comunicación de la estrategia a seguir, por lo que se requiere un monitoreo constante de los canales de comunicación en la organización, a objeto de que sean ajustados permanentemente a los objetivos y metas de la organización.

La Comunicación es trascendental para desarrollar y mantener el Clima organizacional, en tal sentido deben cuidarse aquellos aspectos que pudieran permitir el establecimiento de barreras personales, físicas, o semánticas.
Al respecto Sánchez citado por Batista (2001, p.29), afirma que 

“...existe la presencia de barreras o bloques que impiden la libre generación de ideas y el adecuado uso de la información disponible, limitando la percepción de estímulos y estableciendo una visión parcializada de la realidad a partir de: polarizaciones, rigidez, egocentrismo, parcialismo, visión atomizada de la realidad, apresuramiento o impulsividad, opiniones sin fundamento, arrogancias, e inseguridad.”

Se ratifica entonces que la comunicación interna debe establecer mensajes corporativos que propicien información adecuada, que presenten instrucciones precisas, que provean posibilidad de sugerencias y que den lugar a la escucha empática de reclamos para optimizar los servicios, ratificándose así en consecuencia, lo fundamental e importante tanto de la Programación Neurolingüística como de un proceso de comunicación efectiva para el gerente, que a la final viene a constituir el estratega de la organización. 



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