martes, 22 de noviembre de 2011

Síndrome de Asperger: La Navidad de Jesús Diciembre 2011


La Navidad de Jesús - 2011

Mi hijo Jesús, es un niño con Síndrome de Asperger de 6 años, próximo a cumplir 7. 

Para él, la Navidad es un período mágico, donde todo lo que anhela se hace realidad: pasar más tiempo en la cama con su papá, dormir más seguido con nosotros, ver hasta tarde televisión, jugar con sus muñecos en la cama... ¡Galletas! ama, adora las galletas, se autodefine como el niño - monstruo come galletas (como el monstruo de los muppets o plaza sésamo)

Desde que nació, un 23 de Diciembre de 2004, esta etapa del año es particularmente nostálgico para mi, evoco todo lo emotivo de su nacimiento y recuerdo palabras duras y reales de los médicos que lo asistieron, pero verle la sonrisa en su rostro, al sacar los adornos, limpiarlos y colocarlos uno a uno, en el lugar que él escoge, hace que sean solo recuerdos nostálgicos, donde ya no hacen daño, no despiertan los nudos en la garganta ni agita el pulso... porque su presencia es un milagro de Dios... 24 horas le dieron para superar su crisis y 6 años, once meses y 29 días después está con nosotros, inteligente, inocente, tierno, ÉL, muy ÉL, mi pequeño GRAN HOMBRE: Jesús Eduardo.

No hemos tenido arbolito de Navidad, siempre ha sido el de la casa de mi mamá, el de la tía Maryoris, pero nunca el de nosotros, en casa (en mi casa, donde vivo con Jesús) adornamos todo con luces y adornos navideños, sin embargo, no habíamos comprado un árbol,..., decirles porqué sería inventar excusas innecesarias... y hoy, 22 de Noviembre de 2011, Pedro Luis, su "Papi Pedro Luis" como aún le dice (aún se le acuesta en el pecho, aunque ya no cabe en su regazo por lo alto de su estampa) compró un Pino de verdad, un Arbolito de Navidad que huele, que siente, que vive... ¡Mamá, Mamá mira! con sus ojazos abiertos, negritos sin blanquito por lo redondos que se ponen... ¡Es un árbol de dervá! (verdad: dervá, es una dislalia que aún no supera)

Dejó de comer para saltar del comedor y ayudar a "Pepe" (el joven jardinero que nos trajo las trinitarias, malangas y palos de la felicidad hace meses atrás) a colocar el Pinino, como le dice Jesús, en el lugar donde estará para crecer, alegrarnos y acompañarnos. Además trajo flores de Navidad, Palmas reales y Aves de paraíso para el jardín trasero y la sala de la casa... pero a Jesús solo le encantó el Pinino... al que le compraremos luces blancas, bambalinas doradas y rojas para adornarlo... y hasta un pie de árbol donde colocaremos los regalitos.

Gracias hijo, espero que algún día leas estas líneas y descubras cómo me hace feliz saber que eres mi mejor maestro de vida, me enseñas a valorar y asombrarme con lo cotidiano y hacer de lo sencillo algo extraordinario... me enseñas realmente a ver la vida... Desde el otro lado del Arcoiris

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