viernes, 18 de febrero de 2011

Día Internacional del Síndrome de Asperger




El 18 de febrero se celebra el día mundial del síndrome de Asperger con el objetivo de dar a conocer las peculiaridades de una enfermedad relativamente nueva (fue incluida en el manual de la Asociación Psiquiátrica Americana en 1994), y cuyo diagnóstico es complicado y difuso a causa de su interpolación con otras patologías como el autismo.

¿Qué es el síndrome de Asperger?

El síndrome de Asperger es un trastorno severo del desarrollo ocasionado por una alteración neurobiológica que afecta al procesamiento de la información. Aparece en niños a edades tempranas (3 años) sin que se observe previamente ningún tipo de alteración en su aspecto o inteligencia. Es más frecuente de lo que se piensa puesto que afecta a entre 3 y 7 pequeños de cada 1.000, siendo más común en el género masculino.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome de Asperger?

Se trata de una patología compleja, muchas veces confundida con otros trastornos psicológicos más o menos graves. Su diagnóstico es a veces complicado, aunque la comunidad científica apoya mayoritariamente los criterios de Chistopher Gillberg, psiquiatra sueco de la Universidad de Gothenburg que estableció a principios de los 90 un esquema jerarquizado de pautas para la detección del síndrome de Asperger. De sus criterios destacan:

•Dificultades en la interacción social: torpeza, credulidad, ingenuidad.
•Problemas para relacionarse con niños de su edad.
•Discapacidad para entender el mundo social.
•Problemas para interpretar sentimientos y emociones ajenos.

De una forma más empírica se puede observar:

•Inflexibilidad cognitiva y comportamental: interpretación literal del lenguaje y asimilación de rutinas de comportamiento inflexibles y poco operativas.
•Alteraciones en los patrones de comunicación no verbal: problemas en el uso o interpretación de gestos faciales o manuales.
•Hincapié en los detalles y no en conceptos generales: pueden convertirse en verdaderos expertos en materias de su interés.
•Dificultades en la abstracción de conceptos.
•Afectación en la coordinación motora: suelen ser torpes en deportes.
•Ritmo y entonación en el lenguaje hablado: suelen hablar de forma extraña o pomposa, y en ocasiones con tono plano e inexpresivo.
•Presentan dificultades en la planificación de tareas.
•Problemas de sueño o de alimentación.

¿Cómo tratar el síndrome de Asperger?

Hans Asperger, que se refirió por primera vez en 1944 a esta patología denominándola "psicopatía autista", ya hacía referencia en sus primeros estudios a que el tratamiento debía hacerse desde una perspectiva multidisciplinar. Años más tarde, en 1981, Lorna Wing rescata el trabajo del psicólogo austriaco, y comienza a esquematizarse un tratamiento integral multidisciplinario.

Otro aspecto a tener en cuenta en lo relativo al tratamiento es la confusión que se produce entre Autismo y Asperger. Aunque diferentes expertos siguen hoy en día en la polémica de la distinción entre una u otra patología, se puede establecer que en el síndrome de Asperger no se presentan los retrasos cognitivos y comportamentales que sí pueden observarse en los 3 primeros años de vida de los niños autistas.

Ésta dificultad para acotar el alcance de ambos trastornos ha provocado en más de una ocasión diagnósticos equivocados y por tanto enfoques erróneos en los tratamientos. 

Niños Asperger han sido tratados como autistas o viceversa, entorpeciendo la mejora que pueden proporcionar los tratamientos personalizados.

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