En el Arcoiris: Los días grises
Mi corazón hoy, está triste... Hoy sólo he hecho llorar a Jesús, y más atrás por supuesto yo, lejos de él, para poder desahogar estos sentimientos de confusión e impotencia, sin las cápsulas de ocurrencias de mi chiquisnais... Hoy no sé cómo tratar hoy a mi propio querube... si soy amorosa se pone tan caprichoso que raya en malcriado y antes cualquier contradicción de su pedido o su antojo, llora, nada se le puede decir o corregir cuando algo hace indebido, porque llora desconsoladamente... Si soy estricta se pone agresivo, grita y rompe a llorar.
Mi corazón hoy, está triste... Hoy sólo he hecho llorar a Jesús, y más atrás por supuesto yo, lejos de él, para poder desahogar estos sentimientos de confusión e impotencia, sin las cápsulas de ocurrencias de mi chiquisnais... Hoy no sé cómo tratar hoy a mi propio querube... si soy amorosa se pone tan caprichoso que raya en malcriado y antes cualquier contradicción de su pedido o su antojo, llora, nada se le puede decir o corregir cuando algo hace indebido, porque llora desconsoladamente... Si soy estricta se pone agresivo, grita y rompe a llorar.
Hoy es un día gris, todo se me viene a la cabeza, casi de inmediato: dije algo que no debía, lo alteré con mi tono de voz, no debo corregirlo sino dejar que se lastime, si le hago caso me manipula y se pone a llorar y si lo ignoro hace berrinches y dice que le pego... ¡A veces le hace falta! dice mi esposo y nos reímos... pero estamos criando a Jesús para la convivencia, no para la violencia, y nunca he sentido esa necesidad de corregirlo sino de orientarlo...
Hoy es un día gris... No puedo ser permisiva, menos en su condición, estos chiquitines necesitan tantas palabras y tantas atenciones, pero sin caer en la falta de autoridad y de disciplina, y ahí es cuando Jesús llora, se resiste ante los cambios, por muy pequeños que sean, con el llanto y me duele, me duele provocarle el llanto, así sepa que es por toñeco (consentido)
No quiero que me tenga miedo porque le llame la atención, no quiero que me evada si le exijo para que discipline su rutina... Pero no quiero que sea un estorbo cuando crezca porque me daba pena hacerlo llorar al ponerme firme en las normas... Mi tutor de maestría decía: Las normas no se negocian, y su médico lo reafirma...
Hoy es un día gris... sólo quiero llorar... llorar mucho porque no quiero lastimar a mi Jesús, solo quiero verle sonreír, brincar, saltar como cangurito y jugar con sus dragones y cocodrilos... y que crezca sano, fuerte y útil para sí mismo... ¿cuántas lágrimas de hoy, serán sonrisas de mañana?
Gracias por leer... sólo necesitaba eso
1 comentario:
Realmente cada uno de tus escritos me traspasan y me llaman a la reflexión. Recuerdo mucho tus regaños y duras palabras y creo que si hubiesen sido de otro modo no valoraria las cosas como las valoro hoy. Sigue dandole amor a tu hijo como siempre pero mantente firme en las normas. un abrazo. Flanvy
Publicar un comentario