En este mundo de corre corre, de ir y venir, la mayoría de las personas que me consultan o piden asesoría como parte de la orientación empresarial, grupal o personal, preguntan:
¿Cómo hago para verle el lado positivo, así como usted dice, a las situaciones, problemas, o cosas que me (nos) suceden? ¡Esto que me pasa es para morirse!
Desde hace más de 4.000 años, los antiguos sabios chinos tenían una técnica muy versátil y económica para mejorar las situaciones de tensión, angustia, dolor y hasta el metabolismo… La Risa, así de simple.
La Terapia de la Risa, Risaterapia, Risoterapia o Geloterapia, como quieran llamarla expertos, eruditos y novatos, no es otro método habitual, innato e inconsciente que tiene el ser humano para mejorar su ambiente tanto social como personal, pues es algo que al igual que las necesidades fisiológicas básicas: comer, dormir, estornudar, llorar, “hacer del cuerpo”, está en nuestro patrón genético, de generación en generación, que además de no ser una conducta aprendida, es más bien una marca de clase: somos reílones si alguno en nuestra familia lo es o lo fue… y vienen las abuelitas o las tías: ¡Ay igualito a fulanito! ¿Te acuerda, menganita? Éste (a) es igualita a perencejo cuando chiquito o que mi amado zutanito, que Dios lo tenga en la gloria…
Bien, hablando de la Risa en serio (si, si, cuesta, mucho pero es cosa seria hablar de la risa) ella además de generar los beneficios que todos sabemos y hemos disfrutado: momentos sanos de esparcimiento, buenos recuerdos, afianzar lazos de amistad, amor, fraternidad, mejor sentido de mi YO interno, satisfacción personal y paren ustedes de contar; hay otros quizás más serios y ya al nivel de estudios científicos pues la risa, el movimiento que ésta genera al evocarse y producirse hace que nuestros órganos internos se muevan, masajeándose internamente, por lo que mejora la circulación de la sangre, evitando trombos, accidentes cerebro-vasculares, infartos; oxigena mejor la sangre por lo que la calidad de vida de nuestros órganos mejora.
Sabemos que nuestra sangre recorre todo nuestro cuerpo y al tener mayor oxigenación nuestra capacidad pulmonar y respiratoria mejora, la segregación de lubricantes naturales como la saliva y las lágrimas limpian las mucosas, generamos unas hormonas que aunque no son Neurotransmisores, actúan como tales, como si lo fueran, y su efecto es de aliviar el dolor, mejorar los problemas digestivos, de sueño, de mal humor, de mal aliento, de angustia y demás. Estas sustancias son las encefalinas y las endorfinas, aquellas que al comer chocolate nos causan esa sensación de placer, o al recibir un beso bien dado y con amor y deseo... o al estar en intimidad con alguien especial…
Al reír sanamente, a carcajadas, nos permite exteriorizar el estrés provocado por la rutina del trabajo o de cualquier actividad que nos provoque modorra, aburrimiento o malestar, por lo que reír en esos lugares hace que la persona vuelva a ver esos momentos desde otra perspectiva, desde un lado más cómodo y hasta divertido, disminuyendo estos agentes tan perjudiciales de nuestro organismo, que lo único que generan son enfermedades que degeneran nuestro sistema y limitan nuestra calidad de vida.
Así que ¿por qué no reír al menos 20 veces al día; si es tan bueno, hacemos aerobics internamente, nos hacemos más ligera la carga diaria y vemos desde un punto de vista más positivo, nuestro día a día? Los niños ríen más de 400 veces al día, y nosotros menos de 15… ¿Será por eso que Jesús dice que para entrar al Reino de los Cielos, hay que ser cómo los niños?
Otros además son:
1. Fortalece los pulmones
2. Despeja el sistema respiratorio
3. Escape emocional saludable
4. Medio de descarga de la energía supérflua
5. Facilita la comunicación y ayuda a combatir la timidez, la tensión y el aburrimiento.
6. Permite que transcurra fácilmente el presente, tanto como el tiempo borra las heridas del pasado o la esperanza ilumina el futuro.
Si la risa trae tantos beneficios tanto fisiológicos como psicológicos, entonces, ¿por qué nos nos reímos más?
Regala una risa cada día y verás los buenos resultados que tendrás.
Entonces, hagamos caso y ¡a reír!
Fanny Vanessa
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