domingo, 29 de abril de 2012

Regla #4 de Osho: Hay que levantar este día sobre una base de pensamientos agradables

Debemos evitar preocuparnos por las imperfecciones que se tema que pueda impedir nuestro progreso. Hay que recordar, que tan seguido, como sea necesario, que somos hijos de Dios, y que tenemos el poder de alcanzar cualquier sueño si elevamos esos pensamientos.

No hay que volver a considerarse derrotado. ¡Hay que sonreír! Desde el principio de los tiempos, los hombres sabios nos han dicho que todo lo que logramos, o lo que no logramos, es consecuencia directa de lo que esperamos de nuestras capacidades, nuestro valor y nuestro potencial. James Allen nos dijo que los buenos pensamientos dan buenos frutos y los malos pensamientos dan malos frutos.

Marco Aurelio, emperador de Roma, dijo que nuestra vida es lo que de ella hacen nuestros pensamientos. Buena o mala, desdichada o feliz. Triunfante o desesperada. Buda lo dijo de una manera todavía más enérgica: Todo lo que conocemos es consecuencia de lo que hemos pensado. La mente es todo. Nos convertimos en lo que pensamos. 

No importa como quieras llamarlo, los pensamientos positivos son productivos, los negativos estorban y destruyen.

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