¡Asperger!, ¡Asperger!
Mi hijo Jesús Eduardo, es un niño graciosamente ocurrente... ¡es un gran ejemplo de un niño con Síndrome de Asperger!
Siempre estoy leyendo y actualizándome en esto del Síndrome de Asperger, para notar a tiempo alguna característica nueva, que los investigadores hayan conseguido u observado. Lo hago porque, si revisan en este blog, en uno de mis artículos, resalté que hay cosas que Jesús tiene y/o hace, y cosas que ni cerca... ¡Ese es Jesús!
Ya está en Primer Grado, su maestra, por razones de la vida (Gracias Papá Dios por tanto que agradecerte y tan poco que necesitar) fue mi alumna cuando cursó su bachillerato y hay ya un vínculo especial, por el cariño que nos tenemos y por Jesús.
Al saber de ella, me acerqué y le dije que Jesús es un niño especialmente cariñoso, fuera de las tipificaciones generales de los Asperger, que tiene una comunicación promedio para su condición y le encanta hacer nuevos amigos, por lo que ese mito de que los Asperger son reservados, ariscos y tímidos, con Jesús, no va.
Ella aceptó instruirse sobre el tema... y con Jesús se lleva muy bien. En el salón son más de 10 niños, aún no me he percatado de nombres y cantidad exacta... y cuando llego a buscar a Jesús, sus amiguitos me saludan con mucho ánimo, más sabiendo que soy la mamá del niño que habla gracioso, se ríe de todo y es muy alegre (palabras de una de sus compañeritas, me emocionó mucho)
Cuando nos vamos de regreso a casa, porque él es el primero en llegar en la mañana... Jesús es literalmente puntual: a las 7:15am oyó que es la entrada al colegio y debemos llegar a esa hora, ni antes porque no es de buena educación porque interrumpes a las personas si hacen algo y no esperaban que llegarás antes, ni después porque es impuntualidad y "eso no está bien mami, no puede ser posible, la hora es la hora y punto", dice mi querido pequeño GRAN HOMBRE... Bien, al salir ya del salón, sus amiguitos lo abrazan y le dicen: Chao Jesús hasta mañana, y él de manera muy circunspecta a cada uno, mencionando su nombre le dice Hasta mañana, se despide de la maestra y sale contento, me abraza, me sonríe y pregunta: ¿cómo te fue en el día mamá?, ¿cómo te fue en el trabajo?, esperando mi respuesta y respectiva pregunta retórica: ¿cómo te fue en la mañana hijo?, ¿cómo te fue con tus actividades?, ¿qué hiciste hoy?
Esta mañana llegamos puntuales a las 7:15am y ya estaban algunos amiguitos de su salón con otros niños, al verlo emocionados, le dijeron a viva voz: !Asperger, asperger! Mi corazón saltó, no sé bien aún qué emoción sentí, una mezcla de alegría y ansiedad, ansiedad por la reacción de Jesús... y sorpresa, Jesús dijo:
¡Soy un niño con Asperger y soy feliz, soy Yo Jesús Eduardo y soy lo mejor, soy un ganador, porque soy un niño con Síndrome de Asperger!
Todos los días aprendo nuevas cosas de mi pequeño Gran Hombre...
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