domingo, 3 de octubre de 2010

El valor de una Mujer

Vanessa Verano





Cuando Dios creó el mundo, y con el, todas las demás creaciones, cuando dijo:




Hágase la luz, a la cual llamó dia, y cuando continuó diciendo: Hágase la oscuridad, a la cual llamó noche, y observó al 7mo dia, que había concluido su gran obra, aún ni siquiera había pensado en lo importante, lo insustituible, lo imprescindible, lo inimaginable, que resultaría su hasta hoy y hasta que EL regrese de nuevo a la tierra, a su más preciada creación, la hoy mujer.




Adán, luego de sentirse ”perdido” ante tan grande espacio, y con todas las demás criaturas que habitaban la tierra, no pudo soportar la soledad, y le pidió a Dios su padre y creador, que le diera una compañía, diferente a la que en ese momento tenía, Dios ante tal petición y como todo buen padre, sumergió a Adan, en un sueño profundo, y extrayéndole una de sus costillas, y de ella formó y le dio vida, a la que hoy corresponde el lugar de la mitad de la población y la madre de la otra mitad, y que todos conocemos como: Mujer.





Pero, ¿Es simplemente la palabra mujer lo que envuelve y representa a esta tan sublime y bendecida criatura?. Pues simplemente: No.




No es mujer, sólo por llevar entre sus piernas una vulva, que la diferencia del hombre. Es mujer, porque es a través de esa misma vulva, que emana el cambio cada 28 dias, y le da la oportunidad de que, a través de esa misma vulva, a los 9 meses de haber quedado encinta, emane la vida.





No es mujer, sólo porque usa sostenes, para cubrir sus glandulas mamarias. Es mujer, porque con esas mismas glandulas, puede alimentar y mantener durante varios meses, a esa misma vida que emanó a través de su vulva, y que se llama hijo, que puede llegar a ser simplemente un hombre o una extraordinaria mujer.





No es mujer, sólo porque tiene ojos para ver el mundo y por supuesto fijarse en su sexo opuesto, llamado hombre. Es mujer, porque con esos mismos ojos puede observar más allá de las tempestades que trae la vida, porque su condición de mujer y por supuesto de madre, tiene ese gran privilegio, de poder ver más allá de la curva, porque se antepone a lo que pueda suceder, porque puede ver el futuro inmediato y el futuro lejano, porque sólo ella, tiene ese privilegio, que al hombre, sólo se lo da el tiempo, y aún así, no puede visualizar lo que la mujer puede ver. Son esos mismos ojos, los que emanan las lágrimas más sinceras que jamás hayan existido, lágrimas verdaderas, lágrimas de emoción, lágrimas de alegría, lágrimas de tristeza, lágrimas de amor…….





No es mujer, sólo porque lleva un corazón que late sin cesar hasta que la muerte lo acompañe. Es mujer, porque ese mismo corazón, está preñado de buenos sentimientos, sentimientos que no deben, jamás! , ser heridos por un simple hombre, sentimientos que deben valorarse en su justa dimensión y mucho, mucho más allá.





¿Es imprescindible la mujer? : Sí




¿Es incomparable la mujer? : Sí




¿Es indispensable la mujer? : Sí




¿Es única la mujer? : Sí




¿Se determina el valor de una mujer? : ¡No. Nunca, Jamás!

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