lunes, 29 de agosto de 2011

Somos Espejos



Los padres somos modelos de prestigio: seamos buenos o no, nuestros hijos se mirarán en ese espejo y modelarán nuestras conductas. Todas, las buenas, funcionales y operativas. Y las que no entran dentro de lo socialmente aceptado, lo que no es operativo y funcional, lo que comunmente llamamos: malo, negativo.

En muchos casos, cuando no somos los modelos operativos que deberíamos ser, nuestros hijos tiene la opción de ser tal como lo que ven y la otra opción: rechazar todo cuanto ven. De ahí expresiones como: seré como mi papá o mamá, seré mejor que mi papá o mi mamá. O en el peor de los casos: No haré lo que mis padres hicieron. Los modelos de prestigio (Aprendizaje Social) responde a situaciones de agrado, no siendo necesariamente situaciones socialmente aceptadas. 

Un niño o un joven puede tomar de ejemplo a un individuo de "mala conducta" si ve que éste logra poder, respeto (en realidad infunde miedo) y es de un rango social aceptable, aunque no sea aprobado, me refiero a la posición social dentro de su entorno, ejemplo de los jefes de mafias, grupos y empresas que en muchos casos tienen comportamientos déspotas, prepotentes o arrogantes. 

Es notable que los hijos de Tiranos, aún cuando son maltratados, menospreciados y tratados con desdén, al crecer y desarrollar su carácter, tengan inclinaciones pasivas tendenciosas al masoquismo o en el peor de los casos, sean personas agresivas y atropellantes.

Por eso ¡Cuidado! debemos ser muy cautelosos como padres, lo que decimos, hacemos y pensamos es vital en la crianza y formación de los ciudadanos del mañana. En nuestras manos está realmente la paz y la convivencia sana de la sociedad.

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