Un silencio me llenaba,
el alma dolida de espigas,
el corazón que estaba en pedazos,
latía con agonía,
porque el cuerpo lo llamaba,
porque así lo pedía.
Días, semanas,
meses como sonánbula caminaba la vida,
pateando sueños, llorando esquirlas
pedazos de lágrimas
que alguna vez fueron alegrías
Apareces como oasis,
en el desierto de mi vida,
dando una nueva ilusión
al amor que en mí dormía
¿Será verdad?,
será para mí está osadía
de querer ser un coloso, una deidad,
si nada más se es un simple ser
sin valentía
Y mis ojos dormidos vieron luz
nuevamente al final del día
y mis labios sonrieron
porque era a tí a quien veía,
entre sueños, entre nubes
entre suspiros ahogados de agonía
y desperté entre tus brazos
y de ellos jamás me soltaría
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