Muchas veces el amor,
nos llega como señales del cielo,
destellos de un lucero,
el cantar de un ruiseñor.
A veces buscamos ansiosos esas señales,
en la mirada de alguien,
que nosotros queremos,
y creemos que es el amor,
sin mirar más allá del horizonte.
Sin darnos cuenta,
en el momento menos esperado,
aparece la señal anhelada,
de manera especial,
con los destellos de luz,
y el sonido del mar.
Mi señal tiene tu rostro,
mi horizonte tu mirar,
mi estrella es tu amor,
porque al mirar la noche,
evoco tu cálida voz,
como suave brisa,
cada estrella que alumbra,
es un beso que tus labios me entregan
como si tu nombre invadiera
el cielo de mi universo
No hay comentarios:
Publicar un comentario