miércoles, 27 de octubre de 2010

De lo cotidiano, hace algo Extraordinario: ¡Maravilloso Síndrome de Asperger!

Jesús, mi hijo Asperger de 5 años, es un niño inquieto, juguetón, curioso pero bastante desconfiado ante lo que no entiende o comprende. Pregunta, pregunta mucho, por todo, todo lo quiere saber, todo le parece asombroso, y abre esos ojazos hermosos cuando logra verme y captar mi atención... y yo lo miro, lo admiro, embobada, porque sus finas facciones me tienen enamorada, de la vida, de su mágica presencia y de lo grande que es Dios en darme el privilegio de conocer a Jesús, de amar a Jesús, de aprender de Jesús y de crecer con él.

Todos los días, a cada instante es para él, un descubrimiento inigualable, asombroso, mágico; y me contagia esa vitalidad, optimismo y carisma que me hace sentir grandes, importante, invencible.

Jugar con un "palito" o una piedra para él, es igual que tener el juguete más caro y más grande o más de moda... lo hace todo maravillosamente increíble. Soñamos, jugamos, vivimos, reímos de todo cuánto descubre y vive, y quien lo conoce, le pasa seguro lo que a mi: se queda prendado de esa transparencia y de esa candidez...

¡Cuán Feliz me haces Jesús! ¡Tanto que ni lo notas, ni lo sabes, pero lo haces, mi bien!

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