Frágil y tierna oruga
que mi alma esconde hermosa,
impetuoso animal danzante
¡Oh lazos que me reprimen de miedo
salir de las crisálidas de mis deseos!
Fin del ciclo que se avecina,
morir no quiero, solo seguir
amándo, llorándo, sientiéndo
cual soportes de castillos intempestivos
que solo saben sujetar.
Al resistirme a la triste verdad mentirosa,
del término de algún motivo,
siento como sale en desafío
la grande y espléndida Mariposa
del interior de mis caprichos.
¡Vuela, vuela alto, dulce gusano!
hermosos destellos de graciosos saltos,
que solo en ese monento
y así entenderé
que dentro somos quienes por fuera negamos.
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