La expresión emocional es una condición inherente del ser humano, siendo el mejor ejemplo la espontaneidad y sinceridad de los niños, asertivos por naturaleza, donde los mecanismos sociales y familiares contribuyen a la adecuada formación de estrategias efectivas de interrelación o en su lado negativo, de inhibición de las habilidades sociales.
Manuel Smith (1975) propuso un compendio de derechos que se ajustan a nuestra realidad, aún 36 años después, que presentaremos en 10 Derechos Asertivos:
1.- Tengo Derecho a ser mi propio Juez:
Esto implica el derecho de todo individuo a tomar sus propias decisiones, lo cual de ninguna manera es incompatible con escuchar las sugerencias de otros.
2.- Tengo Derecho a equivocarme y correr con mis consecuencias y responsabilidades:
Todo individuo debe asumir los riesgos de sus conductas, ya que supuestamente él decidió realizarlas. Naturalmente esto no implica que debe sumirse en un profundo sentimiento de culpa en caso de cometer un error. La culpa usualmente es un sentimiento muy propio de las neurosis y debemos diferenciarlo de la conscienciación de nuestros fallos, de la aceptación de nuestra responsabilidad y de la implementación de mecanismos de cambios.
3.- Tengo Derecho a cambiar de parecer:
Aunque no cabe duda de que la palabra dada a otro es una cuestión de honor, en oportunidades, en nuestra vida cotidiana pueden surgir imprevistos que conducen a una reconsideración de nuestros planes. La persona asertiva estará en la capacidad de escoger adecuadamente para ajustarse a los cambios, notificándolo por supuesto a la otra parte.
4.- Tengo Derecho a no dar excusas ni explicaciones por mi comportamiento:
Es importante que no se entienda esta aseveración por un trasfondo antisocial: es muy diferente emitir una explicación a otra persona de algo que nosotros deseamos, que vernos en la oblicacgión por "complacer a esa persona" de tener que dar cuenta de todos nuestros actos. Lo mismo ocurre con las excusas, tengan o no razón. Naturalmente esto los coloca en una situación de desventaja ante los demás.
5.- Tengo Derecho a decidir si me corresponde o no, la solución de un problema de otra persona:
Todos ayudamos hasta donde podemos y queremos, sin embargo hay oportunidades en donde ciertas personas se ven presionadas por otras para que "obligatoriedad" le hagan favores o le resuelvan problemas, a riesgos de ser calificadas si no lo hacen de "mala gente". La persona asertiva debe decidir por tanto hasta donde da, porque así quiere y no porque los demás lo exigen.
6.- Tengo Derecho a comportarme en contra de la lógica u opinión de la mayoría:
No siempre una regla social, por más lógica que le parezca a la mayoría, significa que sea acertada. Cada uno de nosotros demostraría la relatividad de los criterios sociales y su lógica, se hace necesario entonces la reflexión y no la dependencia hacia las mismas.
7.- Tengo Derecho a actuar independientemente de la buena voluntad de los demás:
El que los demás quieran lo mejor para nosotros, no implica que sea lo que nosotros queramos. Una cosa es agradecer el consejo, otra es acatarlo ciegamente. Las personas no asertivas a veces se ven manipuladas por esto y desarrollan sentimientos de culpa cuando hacen lo que ellos querían. La idea es otra, todas las personas vivimos en un mundo donde cada uno presenta sus propios planes e intereses, estos no siempre coinciden, y a veces de muy buena fe queremos que los demás se ciñan a los nuestros porque es lo más conveniente para ellos, o al menos eso es lo que nosotros pensamos. Obviamente este criterio es muy relativo y a veces crea confusión cediendo ante los demás, por la simple razón de que actúan de buena fe.
8.- Tengo Derecho a decir NO LO SE:
El respeto de los demás no se consigue queriéndoles demostrar que somos unos sabelotodo, por el contrario todas las personas sentimos inclinación por determinada área intelectual, profesional o laboral en la cual nos destacamos; pero de ninguna manera implica la obligatoriedad para conocer y saber todo. Es absurdo entonces tener miedo a preguntar lo que se desconocer o por otro lado sentirnos temerosos o apenados por el simple hecho de no saber nada. A la larga si una persona (teóricamente hablando) tuviera absolutamente toda la información de todos los aspectos a ser preguntados, serían un gran solitario social porque no le daría oportunidad a los demás de obtener algún reforzamiento por sus conocimientos.
9.- Tengo Derecho a decir NO LO ENTIENDO:
Complementario a lo anterior. Cuantas veces hemos visto a aquel estudiante que quisiera preguntar algo que no entendió (o nosotros mismos fuimos esos estudiantes) y se queda callado por el qué dirán, o la persona que en una reunión se ríe sin ganas (o nosotros mismos, reitero) ante un chiste que no entendió. No siempre captamos todo a la primera, de ninguna manera eso es signo de mediocridad debilidad intelectual. A veces los grandes descubrimientos de la humanidad lo lograron individuos que por no entender lo que se les afirmaba, decidieron profundizar sobre el hecho y encontrar una solución completamente diferente.
10.- Tengo Derecho a decir NO ME IMPORTA:
La frase hace referencia a decidir que lo más importante somos nosotros mismos, por tanto mientras estemos cónsonos con respecto a lo que pensamos y actuamos, no importa que otras personas, manipuladores potenciales nos desechen por no haber caído en sus mandatos. El respeto mutuo se basa en la empatía y comprensión, no en la obediencia sin límites ni en el servilismo.
J.J.Moles - Psicología Conductual / Asertividad
4.- Tengo Derecho a no dar excusas ni explicaciones por mi comportamiento:
Es importante que no se entienda esta aseveración por un trasfondo antisocial: es muy diferente emitir una explicación a otra persona de algo que nosotros deseamos, que vernos en la oblicacgión por "complacer a esa persona" de tener que dar cuenta de todos nuestros actos. Lo mismo ocurre con las excusas, tengan o no razón. Naturalmente esto los coloca en una situación de desventaja ante los demás.
5.- Tengo Derecho a decidir si me corresponde o no, la solución de un problema de otra persona:
Todos ayudamos hasta donde podemos y queremos, sin embargo hay oportunidades en donde ciertas personas se ven presionadas por otras para que "obligatoriedad" le hagan favores o le resuelvan problemas, a riesgos de ser calificadas si no lo hacen de "mala gente". La persona asertiva debe decidir por tanto hasta donde da, porque así quiere y no porque los demás lo exigen.
6.- Tengo Derecho a comportarme en contra de la lógica u opinión de la mayoría:
No siempre una regla social, por más lógica que le parezca a la mayoría, significa que sea acertada. Cada uno de nosotros demostraría la relatividad de los criterios sociales y su lógica, se hace necesario entonces la reflexión y no la dependencia hacia las mismas.
7.- Tengo Derecho a actuar independientemente de la buena voluntad de los demás:
El que los demás quieran lo mejor para nosotros, no implica que sea lo que nosotros queramos. Una cosa es agradecer el consejo, otra es acatarlo ciegamente. Las personas no asertivas a veces se ven manipuladas por esto y desarrollan sentimientos de culpa cuando hacen lo que ellos querían. La idea es otra, todas las personas vivimos en un mundo donde cada uno presenta sus propios planes e intereses, estos no siempre coinciden, y a veces de muy buena fe queremos que los demás se ciñan a los nuestros porque es lo más conveniente para ellos, o al menos eso es lo que nosotros pensamos. Obviamente este criterio es muy relativo y a veces crea confusión cediendo ante los demás, por la simple razón de que actúan de buena fe.
8.- Tengo Derecho a decir NO LO SE:
El respeto de los demás no se consigue queriéndoles demostrar que somos unos sabelotodo, por el contrario todas las personas sentimos inclinación por determinada área intelectual, profesional o laboral en la cual nos destacamos; pero de ninguna manera implica la obligatoriedad para conocer y saber todo. Es absurdo entonces tener miedo a preguntar lo que se desconocer o por otro lado sentirnos temerosos o apenados por el simple hecho de no saber nada. A la larga si una persona (teóricamente hablando) tuviera absolutamente toda la información de todos los aspectos a ser preguntados, serían un gran solitario social porque no le daría oportunidad a los demás de obtener algún reforzamiento por sus conocimientos.
9.- Tengo Derecho a decir NO LO ENTIENDO:
Complementario a lo anterior. Cuantas veces hemos visto a aquel estudiante que quisiera preguntar algo que no entendió (o nosotros mismos fuimos esos estudiantes) y se queda callado por el qué dirán, o la persona que en una reunión se ríe sin ganas (o nosotros mismos, reitero) ante un chiste que no entendió. No siempre captamos todo a la primera, de ninguna manera eso es signo de mediocridad debilidad intelectual. A veces los grandes descubrimientos de la humanidad lo lograron individuos que por no entender lo que se les afirmaba, decidieron profundizar sobre el hecho y encontrar una solución completamente diferente.
10.- Tengo Derecho a decir NO ME IMPORTA:
La frase hace referencia a decidir que lo más importante somos nosotros mismos, por tanto mientras estemos cónsonos con respecto a lo que pensamos y actuamos, no importa que otras personas, manipuladores potenciales nos desechen por no haber caído en sus mandatos. El respeto mutuo se basa en la empatía y comprensión, no en la obediencia sin límites ni en el servilismo.
J.J.Moles - Psicología Conductual / Asertividad
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