Nuestros hijos claramente son el reflejo de nuestra manera de vivir. Su educación habla por nosotros, desde el lenguaje que usa, hasta la manera de comportarse en casa o en lugares públicos. Hacer buen uso de normas de educación como dar las gracias, saludar con Buenos días, Buenas tardes o Buenas noches, pedir disculpas, permiso, hablar con respeto y en tono amable a los mayores, no interrumpir las conversaciones, mirar a la persona que nos habla, es un modelo que se sigue, se imita de los padres.
La formación de hábitos en nuestros hijos, es una de las mayores dificultades que se nos presentan en la etapa de su niñez y que se ve reflejada cuando entran a la adolescencia. Desde pequeños, fomentar el buen trato, el aseo personal como lavarse la cara y cepillarse los dientes al levantarse, cerrar la puerta del baño cuando se está usando, cepillarse los dientes después de cada comida, peinarse, usar ropa limpia, bañarse, lavarse las manos luego de usar el baño, levantar los platos de la mesa al terminar de comer, tender la cama, arreglar su cuarto luego de jugar o de estudiar, hacer las tareas, hablarle a los padres en tono respetuoso, tratar con cariño a los hermanos, vecinos, primos y demás familiares, pedir permiso, decir lo siento, gracias y un sin número de comportamientos sociales, hacen que la convivencia sea grata y sana.
El cómo hacerlo puede ser un poco difícil si no se ha tenido planificado estrategias o ideas que hagan que el niño aprenda y entienda la importancia de los hábitos y las buenas costumbres, más si se le ha dado más autoridad a él para evitar algunas rabietas o berrinches; los hábitos son conductas adquiridas, de los padres, de losa abuelos, de los maestros; que si no son explicadas y consecutivamente realizadas, no se instaurarán y se perderán. El resultado: se puede llegar a formar jóvenes desobedientes, desadaptados, socialmente rechazados, holgazanes, indisciplinados y en el peor de los casos, con conductas disruptivas como oposición desafiante y negativismo.
La edad de iniciar a los hijos en hábitos de aseo personal, hábitos de convivencia, educación y relación interpersonal es desde que nace... las rutinas de baño en los bebés es importante para acostumbrar al niño al aseo y planificación de actividades. La hora de comer, en los bebés y los niños en la etapa maternal y preescolar, garantizan rutinas conductuales basadas en disciplina, obediencia, orden, autoridad y carácter firme en los jóvenes de mañana y por supuesto en el adulto de las próximas generaciones.
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