Cada día es un don especial de Dios y si bien es posible que la vida no siempre sea justa, uno no debe dejar nunca que las penas, las dificultades y las desventajas del momento envenenen la actitud y planes que uno tiene para sí mismo y para el mundo.
No se puede ganar si se lleva puesta la fea capa de la autocompasión; con toda seguridad ahuyentará cualquier oportunidad de éxito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario