Mis palabras quizás no siempre sean amables y compasivas.
Del mismo modo, a lo mejor me siento herido por las palabras de otros.
En estos casos, tomo responsabilidad por mis acciones.
Participo en conversaciones amables.
Soy una creación amorosa de Dios y aprecio a los demás del mismo modo.
Abro la puerta a una comunicación clara y compasiva.
Libero mi corazón de negatividad al hablar y escuchar con amor.
Cuando alguien busca perdón, perdono y vivo en paz.
Por medio de este intercambio amoroso, nos vinculamos de corazón a corazón.
Nuestra comunicación es guiada por el Espíritu y cualquier malentendido es elevado a un nivel mayor de comprensión espiritual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario