Nuestra convivencia diaria como docentes, alumnos, estudiantes, administrativos o sencillamente como representantes hace que en muchos casos, las situaciones cotidianas en casa o en el trabajo se mezclen y perturben la armonía y el orden de la jornada.
Recordando el concepto de Asertividad como la manera operativa de expresar lo que pienso, siento sin lastimar ni irrumpir en el derecho ajeno, en congruencia con lo que hago y manifiesto conductualmente, presento a continuación, unas estrategias para la disciplina en el aula, extraído del material del Diplomado en Convivencia Escolar de la Universidad de San Marco (Guatemala):
1.- Elaborar compromisos y acuerdos que respondan a las necesidades, derechos y deberes de los estudiantes.
2.- Enseñar a vivir en democracia, construyendo democracia hacia el consenso.
3.- Utilizar refuerzos positivos siempre que se pueda, sin importar la cantidad de veces que se utilicen.
4.- Motivar siempre a los estudiantes (ambos sexos) para que contínuen siempre en la misma conducta pacífica.
5.- Procurar tener un lugar especial para que los estudiantes puedan relajarse o realicen otra actividad y puedan salir de la rutina por un momento.
Gracias a estas estrategias, muchas de las actividades como debates, competencias de saber y hasta discusiones guiadas o grupales, pueden hacerse dentro de un ambiente más armónico donde la sana competencia, el liderazgo, el desarrollo del pensamiento crítico y del feedback bien dirigido se haga dentro de los derechos consagrados en los derechos propios de cada persona, sin llegar a tomarse nada personal cuando se presenten alguna discrepancia o diferencia
Diplomado en Convivencia Escolar y Prevención de la Violencia - Guatemala, Agosto 2011
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